Guillermo Reyes Herrera

Síntomas

• Zumbido de oídos (Acúfeno): Sensación auditiva que se manifiesta como un pitido, zumbido o silbido en uno o ambos oídos, que puede ser continuo o aparecer en episodios, a menudo vinculado a problemas de audición.
• Sorderas o hipoacusias: Reducción de la capacidad auditiva que puede ser causada por daños en el oído interno o en el trayecto del nervio auditivo que va hacia el cerebro.
• Vértigo: Sensación de desequilibrio o giro, que puede sentirse como si el entorno estuviera en movimiento, frecuentemente desencadenada por cambios rápidos de posición.
• Dolor de oído (otalgia): Sensación dolorosa en el oído que puede ser aguda o sorda y afectar la capacidad de escucha.
• Supuración de oídos (otorrea): Flujo de líquido desde el oído, que puede ser de color claro, amarillento o con restos de sangre, indicando una posible infección.
• Sangrados: Escape de sangre que ocurre por la ruptura de un vaso sanguíneo, ya sea en el interior o en la superficie del cuerpo.
• Voz ronca (disfonía): Alteraciones en la calidad de la voz, que puede sonar áspera o débil.
• Dificultad para deglutir (disfagia): Problemas para mover los alimentos o líquidos desde la boca hacia el esófago.
• Dolor al deglutir (odinofagia): Sensación de dolor o malestar al intentar tragar alimentos o líquidos.
• Ronquido: Sonido áspero que se produce durante el sueño debido a la obstrucción parcial de las vías respiratorias.
• Apneas: Interrupciones en la respiración que pueden durar 10 segundos o más, generalmente ocurren durante el sueño.
• Obstrucción nasal: Sensación de bloqueo en las fosas nasales, dificultando la respiración a través de la nariz.
• Rinorrea: Exceso de moco que se escapa de las fosas nasales.

Oído

• Otitis: Inflamación del oído que puede afectar cualquiera de sus partes (interna, media o externa), y generalmente va acompañada de una infección.
• Vértigo: Sensación súbita de que uno mismo o el entorno está girando, frecuentemente provocada por cambios rápidos en la posición de la cabeza.
• Mareo: Desorientación o inestabilidad que se puede describir como una sensación de aturdimiento, desmayo o la percepción de que el entorno está en movimiento.
• Sorderas: Disminución en la capacidad de escuchar, resultante de daño en el oído interno o en el nervio auditivo que lo conecta al cerebro.
• Tumores: Crecimiento anormal de células que resulta en una masa de tejido, que puede aparecer cuando las células se reproducen excesivamente o no mueren cuando deberían.
• Parálisis facial: Pérdida repentina de fuerza o control en los músculos de un lado de la cara.
• Perforaciones de tímpano: Agujero en el tímpano, el tejido que separa el canal auditivo del oído medio.
• Tapón de cerumen: Acumulación de cera en el canal auditivo que puede provocar pérdida temporal de la audición.
• Fracturas temporales: Lesiones en el hueso temporal, que pueden ocurrir tras un trauma severo en la cabeza y, en ocasiones, afectar las estructuras del oído, causando pérdida de audición o parálisis facial.

Nariz

• Sinusitis: Condición que se manifiesta por la inflamación de las cavidades que rodean los conductos nasales.
• Rinitis alérgica y no alérgica: Inflamación y molestia de la mucosa nasal, que puede ser provocada por alérgenos o por otros factores irritantes.
• Poliposis nasal: Crecimiento benigno e indoloro que se desarrolla en la mucosa de la nariz y los senos paranasales.
• Tumores: Acumulación anormal de células que forma una masa de tejido, originada por un crecimiento celular excesivo o por la falta de muerte celular programada.
• Desviación del tabique nasal: Desplazamiento de la pared que separa las dos cavidades nasales, lo que puede afectar la respiración.
• Epistaxis: Sangrado nasal, que puede ocurrir de forma espontánea o como resultado de lesiones o irritación.
• Fracturas nasales: Lesiones en el hueso de la nariz que resultan en un quiebre o fisura.

Garganta y cuello

• Faringitis: Sensación de dolor o malestar en la garganta, que puede manifestarse al tragar o de manera aislada.
• Amigdalitis: Inflamación de las amígdalas, que son las dos masas de tejido ubicadas en la parte posterior de la garganta.
• Adenoiditis: Infección que afecta a las adenoides, un grupo de tejido linfoide situado en la parte superior de la garganta.
• Abscesos de amígdalas y cuello: Acumulación de pus en el área de las amígdalas, que puede ser una complicación de la amigdalitis.
• Laringitis: Inflamación de la laringe, que puede ser causada por el uso excesivo, irritación o infecciones.
• Tos crónica: Emisión de un sonido fuerte y repentino, realizado para expulsar aire y aliviar la irritación en la garganta o las vías respiratorias.
• Apneas durante el sueño: Trastorno del sueño en el que hay pausas en la respiración que se repiten a lo largo de la noche.